Este sigue siendo un tema controvertido dentro de la comunidad científica, pues varios estudios demostraron que mantener un rastreo activo de la población no se correspondía con un aumento de la supervivencia. Sin embargo, al abandonar este rastreo activo se comenzó a observar que los pacientes que se diagnosticaban ahora lo hacían con enfermedades más avanzadas, lo que suponía un mayor esfuerzo terapéutico, y a su vez económico. Un paciente con enfermedad localizada puede suponer un coste de unos 25.000€, mientras que uno con enfermedad diseminada puede llegar fácilmente a los 250.000€. Es por ello, que desde las instituciones europeas vuelven a recomendar un rastreo activo de los varones con la realización de al menos el PSA. Actualmente se trabaja con las autoridades sanitarias europeas para que se adopten estas medidas activas, pues en algunos casos, las tasas de mortalidad por próstata ya han superado a las del cáncer de mama.
Pero qué se debe saber como paciente... pues que en función de los resultados de esta primera valoración, pueden requerirse seguimientos posteriores que serán cada dos años en algunos casos y hasta cada ocho años en otros individuos. En los individuos en los que se plantee alguna duda, se les solicitarán una serie de pruebas para dilucidar la necesidad de biopsias prostáticas.
Las recomendaciones de cuando iniciar las revisiones son las siguientes.
- Paciente varón de más de 50 años. El paciente debe estar adecuadamente informado, pues el inicio de este rastreo puede encadenar una serie de pruebas que acaben en biopsias prostáticas y no necesariamente se diagnostique un cáncer de próstata. Hoy en día poseemos pruebas con la suficiente sensibilidad para minimizar este riesgo.
- Paciente varón de más de 45 años con antecedentes familiares directos de cáncer de próstata, tanto por parte de la familia materna como la paterna. Estos pacientes tienen algo más de probabilidades de padecerlo y además a edades más tempranas.
- Paciente varón de más de 45 años con descendencia de raza negra de origen africano. Tienen mayor probabilidad de padecerlo y además con formas más agresivas y tempranas.
- Paciente varón de más de 40 años que tras un estudio genético que se haya tenido que realizar por algún otro motivo le han dicho que es portador del gen BRCA2. Al igual que en los anteriores supuestos, tienen una mayor probabilidad de tener cáncer de próstata a edades más tempranas y con mayor agresividad.